El personal branding es la ciencia que te ayudará a crear una marca personal que te coloque en el mercado como un profesional único. ¿Recuerdas cuando Risto Mejide aconsejaba a los triunfitos que se vendieran como productos? Por aquel entonces sonaba raro, por hoy día está mucho más asumida en la sociedad la necesidad de sobrevivir en un mercado cada ve más individualizado. El público demanda rostros fiables que compendien todos los elementos necesarios para identificar a un buen profesional. La imagen que proyectamos es la que nos permitirá dar una idea sobre qué clase de trabajo podemos desempeñar. El marketing personal, así, se basa en estrategias de venta de la imagen de un individuo que busca proyectar una serie de características personales y profesionales. ¿Quieres saber cuáles son las nuevas tendencias en este ámbito?
Personal branding: crea tu marca
El primer paso para elaborar un plan estratégico de marketing personal es crear una marca que te defina. Necesitas diferenciarte de la competencia. ¿Qué puedes aportar al mundo? ¿Cuáles son tus habilidades, tus virtudes? Haz una lista con tus puntos fuertes y tus puntos débiles. Realza los primeros y disimula los segundos. El ser humano es complejo y tú, como parte de la especie, no eres distinto. Pero a efectos de marketing necesitas simplificar tu mensaje y dar a conocer al público sólo aquella parte que deseas enseñar. Tu personal branding debe estar supeditado a tus valores, a tu pasión y a tus talentos.
Branding personal adaptado a las necesidades del cliente potencial
Es importante que transmitas a los futuros clientes que quieran apostar por tus aptitudes profesionales cuál es el servicio que puedes ofrecer. No sólo eso: debes indicarles que eres el señalado para solucionar sus problemas. En marketing, la seducción es una parte importante del proceso. Del mismo modo que en una entrevista de trabajo intentamos arreglarnos de manera acorde con lo que pensamos que los futuros empleadores esperan de nosotros, y controlamos nuestro lenguaje verbal y gestual en función de esos factores, a la hora de intentar clientes debes tener en cuenta cuál es la necesidad de la persona que quieres que te contrate y resolver el enigma de cómo cautivarla.
Objetivos económicos
Una vez establecidos los parámetros pasionales, volcánicos, de tu personal branding, debemos enfriar la cabeza. No olvides que estás tratando de sentar las bases para un plan de marketing personal que tiene un fin económico. Sin clientes, no hay dinero, y sin dinero, no hay empresa ni proyecto. ¿Cómo saber, entonces, cuáles son los objetivos a realizar? El fin de esta operación es llegar a un cálculo de viabilidad que te ofrezca la posibilidad de crecer. Empezarás desde abajo, pero quieres estar arriba, ¿no? En este sentido, déjate guiar por las características SMART. ¿A qué crees que hacen referencia estas siglas, cuya conjunción en inglés son sinónimo de inteligencia? Aquí tienes el resultado:
- Specific (específico). Los objetivos que te marques y las técnicas que escojas para llegar a ellos deben estar meridianamente claros y definidos.
- Measurable (medible). Es imprescindible que midas tus objetivos de forma numérica. Márcate retos económicos progresivamente e intenta ir quemando etapas poco a poco.
- Achievable (realizable). No te pongas metas irrealizables. Sé práctico y racional.
- Relevant (relevante). Ordena tus objetivos en función de su importancia. Intenta conseguir lo más urgente para despegar primero y fíjate también objetivos a largo plazo que te permitan posicionarte en el futuro como un personal competente.
- Time framed (limitado en el tiempo). Determina un plazo temporal para la consecución de estos objetivos y sé fiel a tu calendario.
Ningún plan de marketing personal puede estar completo sin un plan de viabilidad económica acorde con la realidad y tus necesidades. Recuerda al célebre Ash Williams y reproduce su frase estrella: be smart!
Las 7 P’s del marketing
En los años 70, el profesor de contabilidad estadounidense Jerome McCarthy, considerado hoy como uno de los padres del marketing moderno, patentó el concepto de las 4 P’s del marketing. Éstas son:
- Producto. Aquello que vendes. En este caso, aunque en rigor el producto sea el servicio que ofreces, también lo seres tú, personalmente, pese a que se te contrate debido a una especiacilad concreta.
- Precio. La retribución económica que obtienes por tus servicios.
- Promoción. Las estrategias que escoges de cara a publicitar y dar a conocer tu marca y tus servicios.
- Place (lugar). El lugar donde se puede encontrar el producto. Hoy en día la mayoría de profesionales que usan el personal branding para diferenciarse utilizan Internet como platafoma.
20 años después, sin embargo, se le añadieron 3 P´s más: people (gente), prueba física y procesos. Las P’s que más nos interesan son las siguientes.
Producto
Debes pensar en las necesidades que ofrece el mercado y pensar en un producto específico que pueda resolverlas. Demanda y oferta, como siempre, van unidas. A mayor gente que tenga un tipo de problema, mayores posibilidades de encontrar clientes si les das una solución. Si eres entrenador personal, evalúa cuáles son las facetas más de moda para reforzar con ejercicio físico y especialízate. Si eres un abogado que trabaja en el ámbito del derecho bancario, estudia cuáles son los bancos más demandados y qué clase de contenciosos están en boga contra ellos y empápate de sus tecnicismos para ser el remedio más deseable.
People
En un mercado saturado, es esencial estudiar con detenimiento todo lo que rodea a tu público potencial. Cuanto más conozcas a tus clientes, más cercano te verán a ellos y a sus problemas. En consecuencia, más atractivos resultarán tus servicios.
Precio
Ajusta tus honorarios a la realidad del mercado y trata de encontrar las vías más adecuadas para destacar sobre la competencia. Este análisis debe realizarse fríamente en conjunción con tus objetivos económicos, que, como recordarás, deben estar fijados en función a parámetros realizables y mesurables.
En definitiva, tu personal branding ha de integrarse armoniosamente en tu plan de marketing para conseguir que tus servicios sean una referencia. Los competidores cada vez más, sobre todo en este nuevo mercado, tan global y digitalizado. Diferenciarte y significarte sólo reportará beneficios. Para llevar estos pasos adelante, lo mejor es que te pongas en contacto con una agencia de marketing que te guíe en el proceso. En La Escalera de Color encontrarás un aliado perfecto. ¡Consulta nuestra oferta!